Encontrar un producto falsificado puede llegar a ser todo un dolor de cabeza, mucho más, cuando es una pésima imitación de un buen producto que ya está posicionado en el mercado. Claramente la afectación principal recae sobre la marca original, puesto que es innegable que el consumidor desprevenido, puede por error, asociarla directamente y sin merecerlo, con la baja calidad del producto falsificado que adquirió.
Como si este riesgo reputacional fuera poco, a él se suma el potencial incremento de insatisfacción en los usuarios de los productos falsificados, lo que desencadena una baja considerable en las ventas de los productos originales, ya que los consumidores que han tenido experiencias negativas, producidas por los inevitables y nefastos efectos nocivos de la falsificación, optan por no comprar, por temor a equivocarse de nuevo en su elección.
Ni hablar de los problemas legales que los productos falsificados pueden acarrear para el consumidor, ya que lo dejan totalmente desprovisto de toda posibilidad de defensa, ya que los productos falsificados, como es de esperarse, no cuentan con ninguna representación de marca real frente al cual el consumidor pueda exigir el retorno de su dinero, la restitución de sus derechos vulnerados, o en el peor de los casos, la indemnización por los daños ocasionados en su salud.
Por supuesto, ninguna empresa quiere pasar por esta situación, ya que si la imagen o reputación de su marca se ve afectada por la falsificación, irremediablemente esto también tendrá un impacto negativo a nivel económico, pues los ingresos por ventas se verán reducidos, pero los costos de producción generalmente se mantendrán iguales, lo que claramente significa menor rentabilidad en su negocio.
Lo ideal es que esto jamás ocurra, y por ello, es indispensable aprender a cuidarse de la falsificación, sin embargo, ¿Qué hago si me pasa esto?
A continuación, enumeramos algunos pasos a seguir si se presenta esta situación:
- Recopile las muestras de los productos falsos, y verifique todas las diferencias que tienen con relación a sus productos originales.
- Informe a sus consumidores sobre la existencia de productos falsos en el mercado, indíqueles claramente cuales son las características de estos, y hábleles de los potenciales efectos no deseados que pueden propiciar.
- Informe al público en general sobre el impacto nocivo que implica el consumo de estos productos falsificados.
- Recomiende los lugares de confianza en donde se pueden comprar los productos originales, y aclare quienes son los distribuidores autorizados.
- Eduque a sus consumidores para que sepan cómo reconocer un producto original de uno falso.
- Con el departamento jurídico de la empresa ponga en conocimiento a las autoridades competentes, e inicie el proceso correspondiente, que incluye retirar los productos falsos del mercado, investigar su origen y eliminarlos.
- De acuerdo con la revisión hecha a los productos falsos, verifique los cambios que deben hacerse sobre los empaques y sobre el producto original, incluyendo para ello, elementos que sean difícilmente replicables, en el empaque, y de ser posible, en el producto mismo. Es importante considerar la inclusión no solamente de elementos visibles sino también de elementos de seguridad ocultos, de tal manera que los falsificadores que traten de imitar su producto, lo harán sólo considerando los elementos visibles, y teniendo en su contra los elementos de seguridad ocultos.
- De a cada unidad de sus productos una identificación única.
- Asegúrese de mantener un buen nivel de seguridad y confidencialidad en la información de sus productos y marcas, tanto al interior de su compañía, como en la cadena de abastecimiento.
- Realice el lanzamiento de la nueva imagen de sus productos, y mantenga informados de dichos cambios a los clientes y consumidores.
- Incentive al consumidor a validar la autenticidad del producto, consumirlo y recomendar los puntos de distribución confiables.
- De al cliente o consumidor una herramienta de validación de la originalidad de los productos.
¿Qué debo hacer para que no me pase?
Hablando de las falsificaciones de productos, siempre es mejor prevenir que corregir. Esto quiere decir, que quizá al inicio, necesite incrementar un poco la inversión, para garantizar la protección de sus productos y su marca, pero claramente con ello, evitará un proceso posterior largo y desgastante, para eliminar el problema y resarcir el posible daño causado a su empresa y consumidores. Entonces para que no le pase, le recomendamos realizar los siguientes pasos:
- Tenga los registros de marcas al día, realícelos con una buena asesoría en gestión de marcas, y también considere la implementación del servicio de vigilancia de protección de marca.
- Incluya en los diseños de empaques, y si es posible en el mismo producto, elementos difíciles de copiar o replicar, es importante incluir tanto elementos visibles como elementos ocultos, ya que estos últimos son los que garantizan mayores índices de protección.
- De a cada unidad de producto una identificación única.
- Realice permanentemente campañas de educación dirigidas a sus consumidores y clientes, enseñándoles cómo identificar los productos originales, e infórmeles de los puntos de distribución autorizados.
- De a sus clientes o consumidores una herramienta de validación de la originalidad de sus productos.
- Manténgalos informados sobre la importancia de consumir productos originales, y el impacto negativo que tiene el uso de productos falsificados.
Las empresas entregan mucho valor en sus productos, ya que su razón de ser es servir y agregar valor a personas y organizaciones a través de los mismos, dedican mucho tiempo, esfuerzo y dinero para crecer y posicionarse en el mercado, esperando con ello alcanzar resultados importantes en sus ventas, para continuar con el desarrollo de más y mejores productos, y así, beneficiar a la misma empresa, los colaboradores, proveedores y todos quienes se ven involucrados en la producción, distribución y comercialización.
Así las cosas, hoy día es totalmente relevante implementar soluciones anti falsificación, para hacer más segura y rentable la puesta de productos en el mercado.