¿Es la industria de alimentos y bebidas víctima de la falsificación?

“Los alimentos y bebidas falsos y peligrosos amenazan la salud y la seguridad de las personas de todo el mundo que a menudo compran desprevenidos estos productos”. Estas son las palabras de Michael Ellis, jefe de la Unidad de Tráfico de Mercancías Ilícitas de INTERPOL.

Como se ha visto, el panorama de la falsificación de alimentos y bebidas en la actualidad se ha convertido en una situación frecuente que afecta no solo al ecosistema empresarial (empresarios, empleados, canales de distribución, etc.) sino a los consumidores.

 

¿Por qué los alimentos y bebidas falsificadas son un gran negocio?

Es evidente que mientras hay demanda, habrá oferta. La comida y la bebida son grandes negocios. Se espera que el valor del mercado de comestibles del mundo alcance los $ 2,2 trillones de dólares para 20201. Esta cifra de ventas, convierten a estos mercados en un objetivo llamativo para los delincuentes. Así mismo, los productos falsificados se vuelven atractivos para los consumidores al ofrecerse en el mercado a precios más económicos.

No obstante, la falsificación no solo es un hecho que afecta la economía, también puede significar un riesgo para la salud.

 

Riesgo para la salud

Es importante destacar que los productos alimenticios falsificados generalmente están hechos de materias primas de mala calidad y productos químicos nocivos. Es decir que, para fabricar tales alimentos y bebidas, los falsificadores no siguen ningún estándar, descuidan la higiene e inocuidad, la calidad de las materias primas, procesos de fabricación, etc.

En este orden de ideas, es importante destacar que los falsificadores a la hora de fabricar los productos no tienen Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), en cuanto a los procesos de fabricación, limpieza y desinfección, la higiene personal, la manipulación, los controles, registros, almacenamiento, que garantizan calidad y seguridad de los alimentos.

Esto hace que dichos productos sean perjudiciales para la salud de los consumidores. Hay muchos casos en los que el consumo de alimentos y bebidas falsificados conduce a intoxicaciones alimentarias u otras dolencias.

El único propósito de los falsificadores es hacer que los alimentos se vean similares al producto original, lo que generalmente logran imitando el embalaje y la marca de los artículos originales, e incluso utilizando empaques originales ya desechados.

 

Cifras relevantes

Acá hay algunas cifras relevantes de cómo la falsificación de alimentos y bebidas se ha extendido en todo el mundo.

En el año  2016 se estimó que hasta el 80% del aceite de oliva virgen extra italiano en los estantes de EE.UU. era falso.

Se estima  que el 33% de todo el pescado vendido en los Estados Unidos está etiquetado de manera fraudulenta, lo que implica una sustitución generalizada de pescado premium por un producto de origen desconocido y no regulado.

La Oficina de Propiedad Intelectual de la UE estima que las pérdidas asociadas con la falsificación de vinos y bebidas alcohólicas en la Unión Europea cada año son de 1.200 millones de euros.

Se estima que hasta el 70% de todo el vino vendido en China es falso.

Aunque parezcan hechos lejanos y aislados, ninguna marca queda exenta de sufrir las consecuencias de la falsificación.

 

Impacto de la falsificación en las empresas

Hoy en día, la falsificación es una industria mundial lucrativa, se estima en billones de dólares y una amenaza significativa para cualquier marca o negocio. A medida que la tecnología se desarrolla, también lo hace la sofisticación de los falsificadores para replicar productos.

 

Los efectos devastadores de la falsificación

Los efectos de la falsificación se manifiestan de muchas formas, entre ellas:

  • Disminución de la base de consumidores: Si se tiene una base de consumidores que generalmente compran sus productos, y estos se ven engañados y terminan adquiriendo la versión falsificada de los mismos, y consideran que el producto ha disminuido su calidad, empezará a cambiarse a su competencia.
  • Impacto negativo en la imagen de tu marca: Probablemente algunos de los consumidores que recomiendan sus productos, si adquieren una versión falsificada del mismo, y comienzan a dudar de su calidad, podría compartir con otras personas su mala experiencia. Esto impactará negativamente la imagen de la marca.
  • Reducción de flujo de caja: Una vez que los consumidores empiecen a divulgar que dudan de la calidad de sus productos, sin tener idea que han adquirido una falsificación, empezarán a comprarle a su competencia, reduciéndose así tu flujo de caja. De igual manera los consumidores potenciales por recomendación comprarán a la competencia, debido a las malas experiencias de sus conocidos, de esta manera son ingresos potenciales que nunca se darán.
  • Disminución de la rentabilidad: La inversión que las empresas destinan para captación de nuevos consumidores a través de publicidad tradicional, marketing digital o redes sociales, debería generar un impacto positivo en las ventas de la empresa, el problema es que los falsificadores también se benefician de la publicidad pagada por las empresas, generando una rentabilidad inferior a la esperada.

 

¿Cómo evitar la falsificación?

Un embalaje con múltiples elementos de originalidad y autenticación visibles y ocultos puede desempeñar un papel importante para proteger a la industria de alimentos y bebidas de la avalancha de falsificación. Actualmente, los fabricantes utilizan la serialización, para identificar cada unidad de producto y poder hacer trazabilidad, además de contar con herramientas de autenticación instantánea del producto. Las soluciones de embalaje seguro se pueden implementar sobre las cajas tradicionales de empaque primario, etiquetas holográficas tamper evident, etiquetas publicitarias con terminados holográficos, cajas con acabados holográficos y fundas termoencogibles de seguridad con acabados holográficos. Es importante acompañar la actualización de empaques y serialización con una buena gestión de marketing dirigido a consumidores, y una gestión de cooperación con los canales de distribución.